La Naturaleza y las Plantas Sagradas
Texto escrito el 25 de Julio de 2024: día Fuera del Tiempo.

Hace un tiempo elegí conectarme a este círculo conectivo de Seres Espirituales que conforman la Naturaleza. Elegí, en primer lugar, desde mi propio consumo y luego a través del cultivo y del Conocimiento. Dentro de mi propio camino espiritual y de auto-conocimiento, me han ayudado –y continuarán haciéndolo- en abrirme al Amor y poder ver mi Realidad desde otros puntos de vista para así lograr transformarla en un momento a momento más placentero.
Las Plantas Maestras habitan nuestra Tierra desde hace muchísimos años. Han sido catalogadas como Plantas Sagradas por el Poder Divino de conexión con el Todo Universal, con el Amor y, por sobre todas las descripciones, con nuestro Yo Superior, Divinidad o Dios, según como desees llamar a aquello esencial que nos conforma, cargado con información trascendental donde sólo nuestro Yo Inferior podrá acceder si logra despojarse de los prejuicios de su mente racional.
Han sido consagradas por grandes Chamanes, Curanderos y Personas participantes de Comunidades Iniciáticas, siendo elementos fundamentales de sus Ceremonias y Rituales, accediendo así a lo Sagrado en cada uno de ellos para ser Puentes entre el Cielo y la Tierra; esto significa que, a través de consumir diferentes brebajes o la Medicina en sí misma, lograban canalizar conocimiento y Sabiduría para nutrir a los demás participantes de la Comunidad, invocando así la Sanación de quien lo precisara. O bien, recibir información sobre el Clima, la cosecha, los acercamientos enemigos, entre muchas tantas otras situaciones elementales para el desarrollo y la Evolución individual y comunitaria. En palabras simples, se «afilaba» su Intuición y el Poder de conectar con el contexto y entorno.
Las Plantas y los Hongos poseen su propio Espíritu, aquel que nos llevará a recorrer nuestra propia Psiquis hasta encontrarnos con nuestro Espíritu y lograr hacer contacto con él. Se vuelve extremadamente complejo comprenderlo con nuestra mente racional; solo aquellas Personas que se han animado a probar estas Experiencias Sagradas o, bien, trabajan sobre la Meditación y el Poder que posee nuestra Mente de auto-recorrerse a sí misma para encontrarse, lograrán integrar estas Palabras en su propia estructura. No son palabras de exclusión, sino más bien, una invitación a abrirse y reconocer qué más hay allí dentro. Dentro nuestro. Nada más cerca, nada más lejos.
El Espíritu de las Plantas Sagradas y los Hongos iniciarán el camino. Son ellos quienes se atreven a llamarnos a su Encuentro. Aparecerán en cada una de nuestras conversaciones, en momentos inimaginables estaremos haciendo contacto con ellas. Hasta que en algún momento, el menos planificado, estaremos dando concreción a la toma de alguna de ellas. Nuestra mente racional querrá planificar, encontrar el momento y espacio indicado para realizar dicha conexión; pero en verdad, no seremos nosotrxs quienes elijamos de manera consciente crear el Encuentro… Serán ellas quienes elijan hacerlo a partir de la apertura individual de recibir la Sabiduría que ellas tendrán para entregarnos. Y luego, la responsabilidad de cada Individuo consigo mismx dará lugar a que ello sea posible.
Podemos encontrar 7 Plantas Maestras, según la mayoría de los conocimientos ancestrales que pude contactar en Persona y en una búsqueda por Internet: Ayahuasca, Peyote, Hongos Sagrados, Salvia, Marihuana, Iboga y Wachuma. Algunos documentos colocan a la Amanita Muscaria como la 8va Planta Maestra; dentro de mi perspectiva, la Amanita Muscaria es perteneciente al Reino Fungi, por lo que dar lugar en un nombre apartado de los Hongos, la estaría aislando de su carácter esencial: Su Reino.
Cada una de ellas presenta un componente psicoactivo, capaz de acercarnos a niveles de Consciencia que nos sería muy difícil lograr sin estas alteraciones en nuestro Sistema Nervioso Central (SNC). Cada componente psicoactivo es similar a algún componente neuronal de nuestro Sistema, por lo que, los receptores de dicha sustancia se relacionarán con el Componente psicoactivo de la Planta.
La Madre Tierra creó a nuestro alcance diferentes proyecciones de ella misma que, luego de ser estudiadas por la Ciencia, concluyo que muchas de ellas (y probablemente, todas) son proyecciones de nosotros mismos como Especie Humana; más bien, nosotrxs somos proyecciones de la Naturaleza.
Se trata de eso, para mí, de conectar con nuestra propia Naturaleza. Y para ello, Gaia creó cada elemento de su propia estructura, para que podamos entendernos; muchas veces nos perdemos entre nuestros vínculos personales y sociales, sin lograr ver lo que sus comportamientos y conductas espejan de las propias. ¿Qué le reclamamos a la Naturaleza? Cuando se produce un Caos natural, lo último que se nos ocurre es echarle culpas. Tan preciosa y Magnífica que jamás se nos ocurrirá enojarnos con ella. Solo emociones y sensaciones de Gratitud, Admiración y ojos iluminados ¿así será nuestra propia Naturaleza? ¿Qué tipo de corto circuito se produce en nuestra construcción posterior a la gestación para irnos olvidando de las posibles características originales?
La Naturaleza no cuenta con tiempos cronometrados, aunque cada cerebro humano quiera colocarle números específicos calculados. La Naturaleza se rige de los tiempos del aire, del Sol, de la Luna, de sus propias raíces y aquellos hilos invisibles que atraviesa a cada Ser Natural ¿Qué pasaría en nosotrxs, en nuestra Mente, si antes de considerarnos humanos nos consideramos naturales? ¿Qué sucedería de la construcción temporal humana? Por lo tanto, de nuestros Cuerpos, de nuestros vínculos, de la relación con nuestro Trabajo, con el día a día que elegimos llevar. ¿Cuándo dormiríamos? ¿Cuándo comeríamos? ¿Viviríamos de día o de noche?
¿Quiénes seríamos fuera del Tiempo?
Las Plantas Maestras, la Naturaleza nos traen el Recuerdo de quiénes podemos llegar a ser Fuera del Tiempo; solo si elegimos dejar de correr detrás de él.
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